Las 5 cosas que un buen padre puede aprender de San José. Él expresó amor en acciones, no se limitó a decir a Jesús y a María que los amaba.
No hay lugar a dudas de que hay algunas cosas que un buen padre puede aprender de San José, padre adoptivo deJesús y quien fue elegido por Dios mismo para ser el custodio de la Sagrada Familia de Nazaret.
San José debió de haber hecho algo muy bueno en su vida como para haber terminado con tan magnífica responsabilidad: ser Padre adoptivo del Hijo del Dios vivo.
San José como padre.
Como todos sabemos, San José es el Patrón de los padres, precisamente porque sirve como gran ejemplo. Hay mucho que podemos aprender de él.
San José, patrono de los padres, tuvo una vida prácticamente desconocida, desde los 12 hasta los 30 años de Jesús. Además en todo el Evangelio casi no se habla de él, excepto en unas muy contadas ocasiones, no se encuentra en la crucifixión, ni tampoco lo encontramos cuando Jesús está predicando por todas las regiones.
Una de las pocas veces que oímos de él es cuando alguien hace un comentario despectivo, una escena en donde está Jesús y una persona pregunta:
"¿No es ese el hijo del carpintero?, ¿Por qué deberíamos escucharlo? (Mateo 13,55)
Por medio de esto, también sabemos que en su comunidad él era muy conocido, pero en realidad nosotros sabemos muy poco sobre él.
La vida de San José como padre.
De acuerdo con las Escrituras, podemos presumir que San José se desposó con María cuando ella tenía quizá 14 o 15 años, y el probablemente estaba rondaba los 20 años de edad.
Sin embargo la mayoría de las pinturas de San José lo reflejan como a un hombre mayor, pero eso es incongruente, lo más seguro es que él haya sido un hombre joven.
San José, fue un hombre a quien se le dio una increíble responsabilidad, el regalo de ser Padre de la segunda persona de la Santísima Trinidad, de criar a Jesús y esa es una vida que José vivió en el anonimato, si lo piensas, fueron 18 años de la vida de Jesús y ¿quiénes fueron sus maestros?, María, pero también José.
Enseñanzas de un Padre a su Hijo.
Jesús pasó mucho tiempo a solas con José en la carpintería, y si reflexionas la clase de cosas que necesita un carpintero, son los mismos talentos que Jesús aplicó luego durante su predicación, por ejemplo, paciencia para saber tratar la madera correctamente, debe ser honesto para lidiar con las personas en buenos términos, debió ser muy trabajador.
Así que San José le enseñó a su hijo esos valores que luego terminaría usando.
También, como padre judío, San José le enseñó a Jesús las tradiciones de su religión, así que no hay ninguna razón para no pensar, que la primera persona que le enseñó a Jesús sobre su verdadero padre, Dios, fue San José, su padre adoptivo.
San José con sus enseñanzas, ayudó a crear el instrumento más necesario para la salvación del mundo.
San José, hombre justo y amoroso
En Palestina, María y José estaban comprometidos, muchos de nosotros pensamos ¿por qué cuando María se presentó ante San José estando embarazada, él no rompió el compromiso?
En aquel entonces un compromiso era casi como estar casados, así que si hacías algo que rompiera ese compromiso, era un gran escándalo.
Si San José hubiese expuesto a María a la ley, la habrían lapidado por estar embarazada, pero incluso antes de que Jesús naciera el buen corazón de José y su naturaleza bondadosa perdonaban.
El Evangelio dice que San José tuvo un sueño, y creo que los sueños son a veces la manera que tiene Dios de comunicarse con nosotros, en el sueño le dijeron que tomara a María como su esposa.
Pienso que parte de esa compasión y perdón de San José, fue inculcado luego en Jesús, pero la vida de José está tan oculta que ni siquiera sabemos cuando muere, creo que él es ejemplo para todos los que tomamos la decisión de vivir una vida buena y santa, que quizá no sea vista por muchos, pero si será vista por Dios.
5 cosas que un buen padre puede aprender de San José.
Seamos como San José, hagamos buenas acciones, seamos buenas personas, ayudemos a los demás, no porque nuestra vida será contada para el conocimiento de muchos, sino para que Dios y solo Dios sepa lo que hemos hecho.
Aquí hay 5 cosas que podemos aprender de San José de un artículo del Padre John A. Hardon:
1. Humildad de San José.
La humildad es la virtud moral que permite a una persona ir más allá de sí mismo.
Es la virtud que restringe el rebelde deseo de la grandeza personal, y la lleva a amarse a sí misma de manera ordenada, basados en la verdadera apreciación de su posición con respecto a Dios y a su prójimo.
La humildad religiosa reconoce la completa dependencia de Dios. La humildad moral reconoce la igualdad entre todos los seres humanos.
Sin embargo la humildad no es solo lo opuesto al orgullo, es también lo opuesto a la libre abyección desmedida, la cual dejaría de reconocer los dones de Dios y utilizarlos de acuerdo a su voluntad.
2. Castidad.
La castidad es la virtud que modera el deseo del placer sexual de acuerdo con los principios de la fe.
Para la gente casada, la castidad modera el deseo de conformidad con su vida, para quienes no están casados que desean llegar al matrimonio, el deseo es moderado por la abstención hasta (o a menos que) se casen.
Para aquellos quienes han decidido no casarse, se sacrifica el deseo en su totalidad.
3. Obediencia.
La obediencia es la prueba de nuestro amor por Dios, sus mandamientos son la manera de demostrar nuestro amor por Él; no hay obediencia donde no hay amor, hay mucha obediencia donde hay mucho amor.
4. Prudencia.
Debemos de estar en silencio cuando es claramente necesario hacer algo y no hablar de ello.
Para algunas personas hablar y hablar más es una excusa para cumplir la voluntad de Dios, pero el discurso no sustituye las acciones.
Como un acto de virtud, la prudencia requiere tres etapas: aconsejarse cuidadosamente a uno mismo y sobre los demás; juzgar correctamente sobre la base de la evidencia disponible; y dirigir las acciones de uno de acuerdo a las normas determinadas después de que un juicio prudente se haya hecho.
5. El amor por su familia, Jesús y María.
San José merece nuestra admiración por sus otras virtudes, pero debe ser especialmente imitado en su amor por Jesús y María.
El justo San José puso su amor en sus acciones, él no se limitó solo a decirle con palabras a Jesús y a María que los amaba, el actuó por su amor, él lo vivió. Su amor fue reflejado en sus acciones. Estas son solo algunas cosas que un buen padre puede aprender de San José, seguro hay muchas más, te invito a descubrirlas conociendo su vida.