Evangelio de hoy y lecturas
Primera lectura
Lectura del libro de Isaías 52, 7-10
Salmo
Salmo: Sal 97, 1bcde. 2-3ab. 3cd-4. 5-6 R/. Los confines de la tierra han contemplado la salvación de nuestro Dios
Segunda lectura
Lectura de la carta a los Hebreos 1, 1-6
Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Juan 1, 1-18
Comentario bíblico
La Salvación ha Llegado ya Nacido Nuestro Rey
Queridos hermanos y hermanas de
nuestro Señor Jesucristo de nuestra Madre Santísima la Virgen María, hoy la
santa iglesia católica celebramos la Natividad de nuestro Señor, para nosotros
es una gran alegría porque nació nuestro salvador, nuestro rey, nuestro Dios
hecho humano.
En el profeta del Isaías nos
muestra unos de los mas grandes himnos, porque en su mente trae una gran noticia,
la salvación del mundo entero, el que reina para siempre, trae la paz y la salvación
de un corazón puro, lleno de amor, misericordia y justicia.
Donde Jerusalén será liberada, nuestro
Señor a nacido es por eso que nos dice muy claro el evangelista Juan 3:16 “Porque
de tal manera amó Dios al mundo, que dio a Su Hijo unigénito (único), para que
todo aquél que cree en El, no se pierda, sino que tenga vida eterna”. En
esto ya se ha cumplido lo único que nos falta es acogerlo ponerlo en nuestro corazón,
fortalecer más en la humildad de escucharle y obedecerle.
Es por eso que en esta otra
lectura del libro de los Hebreos que sobre Dios a hablado por los profetas que
son totalmente extraordinarios, poetas, creativos, renovadores, no conformistas
con la situación, que vendrá un Mesías heredero del cielo, de la tierra, de
todo lo visible e invencible. Nuestro can Rey el que se debe estar en nuestras
vidas es por eso que nos recalca nuestro querido Pio XI en unas de sus encíclicas
Quas Primas “Habiendo, pues, concurrido en este Año Santo tan oportunas
circunstancias para realzar el reinado de Jesucristo, nos parece que
cumpliremos un acto muy conforme a nuestro deber apostólico si, atendiendo a
las súplicas elevadas a Nos, individualmente y en común, por muchos cardenales,
obispos y fieles católicos, ponemos digno fin a este Año Jubilar introduciendo
en la sagrada liturgia una festividad especialmente dedicada a Nuestro Señor
Jesucristo Rey. Y ello de tal modo nos complace, que deseamos, venerables
hermanos, deciros algo acerca del asunto. A vosotros toca acomodar después a la
inteligencia del pueblo cuanto os vamos a decir sobre el culto de Cristo Rey; de
esta suerte, la solemnidad nuevamente instituida producirá en adelante, y ya
desde el primer momento, los más variados frutos”.
El Verbo de Dios Hecho Carne
En este hermoso evangelio según San
Juan nos habla que la palabra que En el principio existía el Verbo, y el Verbo
estaba junto a Dios, y el Verbo era Dios la pregunta que se les viene en la
mente de ¿Quién habla este evangelista? Se trata de nuestro Señor Jesucristo Juan
usa la palabra griega logos, traducido como "Verbo", para describir a
Cristo en su estado pre-encarnado. Él se hizo carne y habitó entre los hombres.
Pablo describe este paso del Verbo de esta manera: " quien, siendo por
naturaleza Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse.
Por el contrario, se rebajó voluntariamente, tomando la naturaleza de siervo y
haciéndose semejante a los seres humanos. Y al manifestarse como hombre,
se humilló a sí mismo y se hizo obediente hasta la muerte, ¡y muerte de cruz.
Cristo es la luz del mundo en
donde ya no se habita la oscuridad de la muerte, del pecado porque a inaugurado
el cielo, nos perdona nuestros pecados de lo cual, si somos sinceros en tener
ese arrepentimiento, es la obra maestra redentora, lastima en aquel tiempo muchos
no lo recibieron como pasa así actualmente no quieren que Cristo entre en sus
corazones porque una vida de sin Cristo el alma se marchita.
Jesucristo va al encuentro del
hombre por eso a nacido como dice nuestro querido San Juan Pablo II Papa en
unas de sus encíclicas Redemptor Hominis “Jesucristo sale al encuentro del
hombre de toda época, también de nuestra época, con las mismas palabras:
«Conoceréis la verdad y la verdad os librará».82 Estas palabras encierran una exigencia
fundamental y al mismo tiempo una advertencia: la exigencia de una relación
honesta con respecto a la verdad, como condición de una auténtica libertad; y
la advertencia, además, de que se evite cualquier libertad aparente, cualquier
libertad superficial y unilateral, cualquier libertad que no profundiza en toda
la verdad sobre el hombre y sobre el mundo. También hoy, después de dos mil
años, Cristo aparece a nosotros como Aquel que trae al hombre la libertad
basada sobre la verdad, como Aquel que libera al hombre de lo que limita,
disminuye y casi destruye esta libertad en sus mismas raíces, en el alma del
hombre, en su corazón, en su conciencia. ¡Qué confirmación tan estupenda de lo
que han dado y no cesan de dar aquellos que, gracias a Cristo y en Cristo, han
alcanzado la verdadera libertad y la han manifestado hasta en condiciones de
constricción exterior!”.
Gracias Dios Padre por darnos a
tu Hijo Jesucristo lleno de gloria, gracia y verdad que es Jesucristo medítenos
pues la venida de nuestro Señor en verlo en esa cunita nos conmueva en decirlo
te acepto Señor en mi corazón porque en ti viene la verdad, la salvación, quiero
ser ese hombre nuevo en que tu nacimiento no sea en vano al contrario sepa
aprovecharlo en ser santos la pregunta es ¿Cómo lo estas celebrando esta
navidad? Si estas distraído por las cosas de este mundo y no aceptaste a Cristo
en vano lo celebras.
El verbo de Dios hecho en carne
nos alimente en la fe para mas creerte para eso ser personas de oración, meditación
participar activamente la santa misa, el amor cumplir tus mandamientos de la
ley que es amar a Dios sobre todas las cosas, amor al prójimo como uno mismo,
la esperanza que nos anima a seguir por el buen camino si caemos siempre estas
tu Señor en levantarnos en no dejarnos enlodar por el pecado, que hay un cielo
que nos espera.
Bien decía nuestro querido el Papa
Francisco “Que en esta Noche compartamos la alegría del Evangelio: Dios nos
ama, nos ama tanto que nos ha dado a su Hijo como nuestro hermano, como luz
para nuestras tinieblas. El Señor nos dice una vez más: “No teman” (Lc 2,10).
Como dijeron los ángeles a los pastores: “No teman”. Y también yo les repito a
todos: “No teman”. Nuestro Padre tiene paciencia con nosotros, nos ama, nos da
a Jesús como guía en el camino a la tierra prometida. Él es la luz que disipa
las tinieblas. Él es la misericordia. Nuestro Padre nos perdona siempre. Y Él
es nuestra paz. Amén”.
Pongámonos pues bien a los pies
de Jesús a los pies de María pides mole a nuestra San Madre que el nacimiento
de su Hijo no sea en vano que sepamos amarlo sobre todo que el verbo encarnado
se quede en nuestras vidas para siempre en este día especial Madre Santa intercedas
por cada uno de nosotros.
Paz y bien hermanos, hermanas.
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