Junto con la Santa Unción y la Penitencia constituye uno de los sacramentos que preparan para entrar en la Patria, o sacramentos que cierran la peregrinación, de la misma forma que la Eucaristía junto con el Bautismo y la Confirmación constituyen los sacramentos de la iniciación cristiana (CEC 1525).
Dispone el Código de Derecho Canónico que se debe administrar el Viático a los fieles que, por cualquier motivo, se hallen en peligro de muerte; aunque ya hubieran recibido la sagrada comunión el mismo día (c. 921).
Asimismo, las normas litúrgicas prevén que el Sábado Santo la Eucaristía sólo puede darse como Viático, a diferencia del Jueves Santo y del Viernes Santo, que se les puede dar la comunión a todos los enfermos.
El Viático puede darse tanto en la Misa como fuera de ella. Si se da en la Misa, se emplea el formulario ritual respectivo, con ornamentos color blanco, si no hay impedimento. Esta Misa se celebra como de costumbre, con dos elementos distintos: tras el Evangelio o la homilía se hace la profesión de fe bautismal (Ritual de la Unción y de la Pastoral de Enfermos, 173); y antes o después de darle la comunión al enfermo el sacerdote dice: “El mismo te guarde y te lleve a la vida eterna.” (Ibidem, 173 y 192).
Si se da fuera de Misa se el rito es similar al que se utiliza al darle la comunión a un enfermo, pero tras la Liturgia de la Palabra se hace la profesión de fe bautismal (Ritual de la Unción y de la Pastoral de Enfermos, n 188; y Ritual de la Sagrada Comunión y del Culto Eucarístico fuera de Misa, n 72). Además, antes o después de darle la comunión al enfermo, el ministro dice: “El mismo te guarde y te lleve a la vida eterna.” (Ritual de la Unción y de la Pastoral de Enfermos, n 192; y Ritual de la Sagrada Comunión y del Culto Eucarístico fuera de Misa, n 76.)
Y si el que le da la comunión es presbítero hay otro cambio: tras la
confesión o el acto penitencial puede concluirse con la concesión de la indulgencia plenaria en peligro de muerte, para lo cual el sacerdote dice: “En nombre de nuestro santo Padre el Papa N., te concedo indulgencia plenaria y el perdón de todos los pecados. En el nombre del Padre y del Hijo + y del Espíritu Santo.” (Ritual de la Unción y de la Pastoral de Enfermos n. 185).
Si el enfermo no puede deglutir, puede dársele le comunión bajo la sola especie de vino. (Ritual de la Unción y de la Pastoral de Enfermos, n 169 y Ritual de la Sagrada Comunión y del Culto Eucarístico fuera de Misa, n 14).
Para ello, si no se celebra la Misa junto al enfermo, debe guardarse en el sagrario la Sangre del Señor en un cáliz debidamente cubierto, y llevarse al enfermo en un recipiente cerrado para evitar que se derrame. Se le debe dar la comunión con el método que resulte más apropiado de entre los que se establecen en el Misal para la comunión bajo las dos especies. Si queda algo de la preciosa Sangre del Señor, la debe sumir el ministro y hacer las abluciones (Ritual de la Unción y de la Pastoral de Enfermos, n 169)
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