“ Para Dios nada hay imposible ”
Evangelio de hoy y lecturas
Primera lectura
Lectura del libro del Génesis 3, 9-15. 20
Salmo
Sal 97, 1-4: Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas.
Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol San Pablo a los Efesios 1, 3-6. 11-12.
Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Lucas 1, 26-38
Comentario bíblico
EL Peor Pecado es la Desobediencia Y nos da Ser Hijos
de Dios
Queridos hermanos y hermanas de nuestro Señor
Jesucristo de nuestra Madre Santísima la Virgen María, hoy celebramos una
fiesta muy especial que es la Inmaculada Concepción en donde la iglesia católica
se declara, se pronuncia, se define, que sostiene que la Santísima
Virgen María, en el primer instante de su concepción, fue por singular gracia y
privilegio de Dios omnipotente en previsión de los méritos de Cristo Jesús,
Salvador del género humano, preservada inmune de toda mancha de culpa original,
ha sido revelada por Dios, por tanto, debe ser firme y constantemente creída
por todos los fieles.
La Virgen María es la segunda Eva
que es esa arca de la alianza de salvación y la primera Eva en la historia es
aquel que trajo la condenación, es por eso que nos demuestra esta primera
lectura del libro de Génesis, de una forma catequética, teológica también nos muestra
diversos rasgos culturales, también da el conocimiento entre el bien, el mal.
Dios nos da a conocer esta
ciencia que es el bien y el mal sabiendo que eso en cada instante de nuestras vidas
nos da la libertad para reflexionar, depende de nosotros ya eso nos da la total
libertad de escoger estos dos caminos, Dios siempre respeta nuestras decisiones,
pero cada uno de ellos trae consecuencias, pero en la actualidad el mundo elije
por el mal camino.
Es por eso que el catecismo de la
iglesia católica nos lo aclara 1730 “Dios ha creado al hombre racional
confiriéndole la dignidad de una persona dotada de la iniciativa y del dominio
de sus actos. “Quiso Dios “dejar al hombre en manos de su propia decisión” (Si 15,14.),
de modo que busque a su Creador sin coacciones y, adhiriéndose a Él, llegue
libremente a la plena y feliz perfección”(GS 17):
«El hombre es racional, y por
ello semejante a Dios; fue creado libre y dueño de sus actos» (San Ireneo de
Lyon, Adversus haereses, 4, 4, 3)”.
Nuestros actos nos llevan estos
dos caminos la condenación eterna y la salvación, Adán y Eva su peor pecado fue
que es la desobediencia por eso trajo la condenación, la muerte el pecado que
muchas veces escogemos como decía nuestro querido San Pablo Romanos 7:19 “Porque
no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago”. Tenemos
que elegir el camino del bien para que esto estemos en el cielo.
Pero para eso de ir al cielo debemos
ser santos e intachables, como nos demuestra esta carta del apóstol San Pablo a
los Efesios donde nos trae todo tipo de alabanza primero debemos ser hijos de
Dios eso se da desde nuestro bautismo como nos demuestra el catecismo católico 1213 “El
santo Bautismo es el fundamento de toda la vida cristiana, el pórtico de la
vida en el espíritu ("vitae spiritualis ianua") y la puerta
que abre el acceso a los otros sacramentos. Por el Bautismo somos liberados del
pecado y regenerados como hijos de Dios, llegamos a ser miembros de Cristo y
somos incorporados a la Iglesia y hechos partícipes de su misión (cf Concilio
de Florencia: DS 1314; CIC, can 204,1; 849; CCEO 675,1): Baptismus est
sacramentum regenerationis per aquam in verbo" ("El bautismo
es el sacramento del nuevo nacimiento por el agua y la palabra": Catecismo
Romano 2,2,5)”.
Una vez que somos bautizados e
hijos de Dios nos llama a la santidad ya que todo ser humano está llamado a la
santidad, que “es plenitud de la vida cristiana y perfección de la caridad, y
se realiza en la unión íntima con Cristo y, en Él, con la Santísima
Trinidad. El camino de santificación del cristiano, que pasa por la
cruz, tendrá su cumplimiento en la resurrección final de los justos, cuando
Dios sea todo en todos” (Compendio, n. 428).
Porque Dios quiere nuestra santidad
porque Dios nos ha creado “a su imagen y semejanza” (Gn 1, 26), y de ahí
que Él mismo nos diga: “Sed santos, porque yo soy santo” (Lv11,
44).
La santidad de Dios es el principio, la fuente de toda santidad.
Y, aún más, en el Bautismo, Él nos hace partícipes de su naturaleza divina,
adoptándonos como hijos suyos. Y por tanto quiere que sus hijos sean santos
como Él es santo.
Pero que significa ser santos Significa
estar unidos, en Cristo, a Dios, perfecto y santo.
“Sean por tanto perfectos como es perfecto su Padre celestial”
(Mt 5, 48), nos ordena Jesucristo, Hijo de Dios. “Sí, lo que Dios
quiere es su santificación.” (1 Ts 4, 3).
El Si Trajo la Salvación del Mundo Entero
La historia de salvación comienza
por la Virgen María, ya que por Eva trajo la desobediencia (la condenación)
María trajo la obediencia (la liberación), con su gran si una mujer da su
grandeza porque, gracias a nuestra Madre nos los dio a su único Hijo Jesucristo
al quien murió en la Cruz para la salvación del mundo entero.
En esta anunciación de la cual es
uno de los misterios que siempre rezamos el rosario, nos medita que Dios a
mirado a esta gran mujer por sus grandes cualidades por eso se enamoro la tomo
para que sea Madre de Dios, porque es santa, pura, por eso se le llama la Inmaculada
Concepción por eso el Papa Pío IX en su
bula Ineffabilis Deus proclamó este dogma “Declaramos, proclamamos y
definimos que la doctrina que sostiene que la beatísima Virgen María fue preservada
inmune de toda mancha de la culpa original en el primer instante de su
concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a
los méritos de Cristo Jesús Salvador del género humano, está revelada por Dios
y debe ser por tanto firme y constantemente creída por todos los fieles”.
María es la llena de gracia, la
esposa del Espíritu Santo, el arca de la alianza, de lo cual es muy privilegiada
al quien a nosotros debemos respetarla, amarla, cuidarla, lamentablemente los hermanos
separados nuestros la desprecia es por eso que ellos no tienen esa virtud como
lo tenemos nosotros que no estamos huérfanos de madre, porque una madre nos
cuida, a la vez aboga por nosotros.
Debemos agradecerle por todo
porque es el puente de salvación, que este día especial que celebramos recemos
juntos un gran santo rosario, unas tres avemarías la Inmaculada Concepción se
fundamenta en una parte bíblica El Apocalipsis “narra sobre la «mujer
vestida de sol» (Ap 12,1). Ella representa la santidad de la Iglesia, que
se realiza plenamente en la Santísima Virgen, en virtud de una gracia singular.
Ella es toda esplendor porque no hay en ella mancha alguna de pecado. Lleva el
reflejo del esplendor divino, y aparece como signo grandioso de la relación
esponsal de Dios con su pueblo”.
Bien decía nuestro querido el
Papa Francisco “En el "sí" de María está el “sí” de toda la
historia de la salvación y ahí comienza el último "sí" del hombre y
de Dios: ahí Dios recrea, como en el principio con un "sí" hizo el
mundo y el hombre, esa hermosa creación: con este “sí” yo vengo para hacer tu
voluntad, y de una manera más maravillosa recrea el mundo, nos recrea a todos
nosotros. Es el "sí" de Dios que nos santifica, que nos hacer ir hacia
adelante en Jesucristo. Por eso, hoy es el día justo para dar gracias al Señor
y preguntarnos: ¿soy hombre o mujer del "sí" o soy hombre o mujer del
"no"? O ¿soy hombre o mujer que miro un poco hacia otro lado, para no
responder? Que el Señor nos dé la gracia de entrar en este camino de hombres y
mujeres que han sido capaces de decir el "sí".
Pongámonos pues bien a los pies
de Jesús a los pies de María pides mola a nuestra Santa Madre en ser obedientes
en coger el camino del bien en ser santos y dar el sí para poder seguir a tu
Hijo Jesucristo.
Paz y bien hermanos, hermanas.
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